CAPÍTULO 1.
Narra Samantha.
Eran las diez de la mañana y estaba ya despierta. Ayer cuando llegué a casa, no hice nada. Estuve todo el rato en la cama, con el portatil.
Ni si quiera miré el calendario académico para ver que días tengo clases.
Me levanté de la cama y me dirigí a mi bolso, que estaba colocado encima de la cómoda. Saqué de dentro los papeles que me dieron, y estaban todos desordenador. Cómo no, si te chocaste con uno y se volaron casi todos.
Empezamos bien el curso.
Busqué entre ellos el calendario académico, pero no estaba. Leí todos los papeles. En uno ponía que consulte la web de la Universidad para ver el calendario.
Cogí el portátil y busqué la web. Cuando ya la tenía me puse a ver los horarios.
"Como es tiempo de matriculación, no habrá clases hasta que toda (o casi toda) plaza en el centro se haya ocupado." Bla bla bla... "Pero, como máximo, las clases empezarán el martes día 15"
Bueno, estábamos a viernes, todavía hay tiempo para descansar.
Me vestí con una camisa de manga corta verde, y unos pantalones cortos rosa palo.
Ni si quiera miré el calendario académico para ver que días tengo clases.
Me levanté de la cama y me dirigí a mi bolso, que estaba colocado encima de la cómoda. Saqué de dentro los papeles que me dieron, y estaban todos desordenador. Cómo no, si te chocaste con uno y se volaron casi todos.
Empezamos bien el curso.
Busqué entre ellos el calendario académico, pero no estaba. Leí todos los papeles. En uno ponía que consulte la web de la Universidad para ver el calendario.
Cogí el portátil y busqué la web. Cuando ya la tenía me puse a ver los horarios.
"Como es tiempo de matriculación, no habrá clases hasta que toda (o casi toda) plaza en el centro se haya ocupado." Bla bla bla... "Pero, como máximo, las clases empezarán el martes día 15"
Bueno, estábamos a viernes, todavía hay tiempo para descansar.
Me vestí con una camisa de manga corta verde, y unos pantalones cortos rosa palo.
Iba a ir al supermercado a comprar comida para por lo menos sobrevivir sin morirme de hambre.
No estaba muy lejos así que podía ir andando. La cosa es que luego para volver a casa con las bolsas.
****
Miré de nuevo la lista;
Cereales.
Leche.
Mantequilla.
Azúcar. (un paquete)
Sal.
Fruta.
Patatas fritas.
Tomate.
Botes de pintura.
Pinceles.
Huevos.
Galletas.
Queso.
Aceite.
Helados.
Verduras.
Paquetes de zumo.
Cuando ya tenía todo , fui a la cola para esperar a pagar.
-Serán 25 dólares -me dijo la cajera con cara de amargada-
-Aquí tiene -le di el dinero.
Cogí las bolsas como pude e intenté salir de ahí sin que se me cayera nada. Al mismo tiempo que yo salía otro chico , con el pelo corto y castaño.
-Ey, ¿necesitas ayuda? -me preguntó amablemente-
-Si no te importa -hizo una mueca-
-Claro que no -cogió dos bolsas de las 4 que llevaba- ¿A tu casa? -yo asentí- ¿y está muy lejos? pesa eh.
Reí por su comentario y negué con la cabeza.
****
-Por cierto, me llamo Ryan -dijo apoyando las bolsas en la encimera de la cocina-
-Samantha, encantada -sonreí-
-¿Vas a la universidad aquí?
-Sí, ayer estuve haciendo unas cosas sobre mi matricula.
-¿Puede ser que fueras tu quien se chocó con mi amigo Justin? Un chico así alto, con el pelo rubio, un poco chulo... -hizo gestos raros con las manos.
-Si , creo que era el con quien me choqué -reí-
-Bueno Samantha, me tengo que ir. Ya nos veremos en la univesidad.
-Chao.
Antes de que saliera por la puerta le llamé;
-¡Ryan! Ryan -el se giró- ¿hay algún gimnasio por aquí cerca?
-Sí -sonrió- Voy yo casi todos los días, si me das el móvil te apunto la dirección.
Asentí y le presté el móvil para que me apuntara donde quedaba el gimnsasio.
****
-Si se hace miembro del gimnasio, a largo plazo le sale más barato -me dijo el de la recepción del gimnasio.
-Todavía no me haré miembro, solo quiero probar las instalaciones hoy.
-Muy bien , como usted quiera. Los vestuarios de chicas están al fondo del pasillo.
Me dirigí directamente a una de las taquillas que estaban en frente de la sala que según un cartel, era la sala de boxeo.
Miré la llave. Tenía el número 24 en el llavero así que supuse que abría la taquilla 24. Muy lista, ¿lo has descubierto tu solita? Shh. La abrí sin dificultad, y apoyé mi mochila en la taquilla.
Cuando cerré la taquilla, observé desde donde estaba el ring de boxeo. Allí se encontraba un chico, de espaldas, pegando puñetazos al que pensé que era un instructor.
Les estuve observando hasta que el chico , que era rubio, se giró. Era con el que me choqué.
Sin gafas estaba mucho mejor, y se le veían los ojos.
Me miró e hice como si no estuviera allí. Le ignoré y fui hacia una cinta. Tenía planeado correr un poco en la cinta.
Por el rabillo del ojo , vi al chico, que según Ryan, se llamaba Justin, mirándome de arriba a abajo mientras se secaba su pecho desnudo. Sonreía. Sabía que le estaba mirando disimuladamente.
Estaba buenísimo. Y me estaba mirando.
Si un chico que no está bueno te mira de arriba abajo, en el mejor de los casos te sientes incómoda, y, en el peor, te sientes agredida.
Pero un chico que está bueno...en fin.
****
Estaba saliendo de las duchas.
No me había podido concentrar en todo el tiempo que he estado por la mirada del tal Justin encima de mi.
El estaba dándole puñetazos al saco de boxeo. Lo se por que yo le miraba de vez en cuando. Y unas cuantas veces me ha pillado mirándole.
Dejé la llave de la taquilla en la recepción y me disponía a salir cuando una persona se me puso al lado , caminando a la vez que yo.
Giré la cara y era el chico rubio.
-Encantado, me llamo Justin. -me tendió la mano, y yo se la cogí sacudiéndola-
-Me llamo Samantha, igualmente -sonreí levemente-
-Me suenas, y no sé de que.
-¿Por eso me has estado mirando todo el rato? -encarné una ceja-
-¿Yo? ¿Mirandote? ¿y tu a mi que? -rió-
-A tu duda de antes, sí, me conoces, me choqué contigo -evité responder a lo otro-
-¡Tu eras la de los papeles voladores! -reí por su reacción-
-¿Vas a esa universidad? -le pregunté curiosa-
-No, la dejé.
Le iba a preguntar pero al ver que tensaba la mandíbula decidí no hacerlo.
-Me tengo que ir a mi casa. Al llegar no he ordenado la comida y... -suspiré-
-Te llevo a casa si quieres.
-Oh no, no hace falta, te estarán esperando y no quiero molestar.
-Los unicos que me estan esperando son dos chicos más salidos que el pico de una mesa. Prefiero tardar lo más posible en llegar -rió-
****
-Es aquí. -señalé el edificio-
-¿Vives sola?
-Si, me instalé ayer.
-¿No vives con tu novio? -bajó las gafas hasta la punta de su nariz hasta que sus ojos encontraron los míos. Me puse nerviosa de repente-
-Hmm, no.. yo, me mudé sola -asintió sonriendo de medio lado- Bueno, gracias por traerme, ya nos veremos.
Salí del coche, y el hizo un tipo de saludo parecido al saludo militar. Yo reí y me metí en mi casa.
Al abrir la puerta de mi casa, vi en el suelo un sobre, con una nota encima. Me agaché para cogerlo y leí la nota;
"Samantha, este sobre estaba en el buzón. Te la he sacado yo por que no creo que supieras que había buzón. A partir de ahora llegarán tus cartas aquí. Si necesitas algo, ya sabes"
Dejé la mochila en la mesa del comedor y me senté en el sofá para abrir el sobre.
Era un cheque, de mis padres, con otra nota dentro.
"Hija, este cheque es solo para gastos de la universidad y el alquiler de tu casa. Hay dinero suficiente hasta que consigas el tuyo propio"
Ni un "adiós" , ni un "cuidate" ni nada. Luego me preguntan que por qué me fui.
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He subido el prólogo y el capítulo 1 juntos por que he subido lectoras y bueno, eso.
Espero que sigan subiendo.
Da rt AQUI si has leído el capítulo.
Me gustaría que me dijérais que os está pareciendo de momento la novela. Muchas gracias por leerla, en serio. <3
No estaba muy lejos así que podía ir andando. La cosa es que luego para volver a casa con las bolsas.
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Miré de nuevo la lista;
Cereales.
Sal.
Fruta.
Patatas fritas.
Queso.
Cuando ya tenía todo , fui a la cola para esperar a pagar.
-Serán 25 dólares -me dijo la cajera con cara de amargada-
-Aquí tiene -le di el dinero.
Cogí las bolsas como pude e intenté salir de ahí sin que se me cayera nada. Al mismo tiempo que yo salía otro chico , con el pelo corto y castaño.
-Ey, ¿necesitas ayuda? -me preguntó amablemente-
-Si no te importa -hizo una mueca-
-Claro que no -cogió dos bolsas de las 4 que llevaba- ¿A tu casa? -yo asentí- ¿y está muy lejos? pesa eh.
Reí por su comentario y negué con la cabeza.
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-Por cierto, me llamo Ryan -dijo apoyando las bolsas en la encimera de la cocina-
-Samantha, encantada -sonreí-
-¿Vas a la universidad aquí?
-Sí, ayer estuve haciendo unas cosas sobre mi matricula.
-¿Puede ser que fueras tu quien se chocó con mi amigo Justin? Un chico así alto, con el pelo rubio, un poco chulo... -hizo gestos raros con las manos.
-Si , creo que era el con quien me choqué -reí-
-Bueno Samantha, me tengo que ir. Ya nos veremos en la univesidad.
-Chao.
Antes de que saliera por la puerta le llamé;
-¡Ryan! Ryan -el se giró- ¿hay algún gimnasio por aquí cerca?
-Sí -sonrió- Voy yo casi todos los días, si me das el móvil te apunto la dirección.
Asentí y le presté el móvil para que me apuntara donde quedaba el gimnsasio.
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-Si se hace miembro del gimnasio, a largo plazo le sale más barato -me dijo el de la recepción del gimnasio.
-Todavía no me haré miembro, solo quiero probar las instalaciones hoy.
-Muy bien , como usted quiera. Los vestuarios de chicas están al fondo del pasillo.
Me dirigí directamente a una de las taquillas que estaban en frente de la sala que según un cartel, era la sala de boxeo.
Miré la llave. Tenía el número 24 en el llavero así que supuse que abría la taquilla 24. Muy lista, ¿lo has descubierto tu solita? Shh. La abrí sin dificultad, y apoyé mi mochila en la taquilla.
Cuando cerré la taquilla, observé desde donde estaba el ring de boxeo. Allí se encontraba un chico, de espaldas, pegando puñetazos al que pensé que era un instructor.
Les estuve observando hasta que el chico , que era rubio, se giró. Era con el que me choqué.
Sin gafas estaba mucho mejor, y se le veían los ojos.
Me miró e hice como si no estuviera allí. Le ignoré y fui hacia una cinta. Tenía planeado correr un poco en la cinta.
Por el rabillo del ojo , vi al chico, que según Ryan, se llamaba Justin, mirándome de arriba a abajo mientras se secaba su pecho desnudo. Sonreía. Sabía que le estaba mirando disimuladamente.
Estaba buenísimo. Y me estaba mirando.
Si un chico que no está bueno te mira de arriba abajo, en el mejor de los casos te sientes incómoda, y, en el peor, te sientes agredida.
Pero un chico que está bueno...en fin.
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Estaba saliendo de las duchas.
No me había podido concentrar en todo el tiempo que he estado por la mirada del tal Justin encima de mi.
El estaba dándole puñetazos al saco de boxeo. Lo se por que yo le miraba de vez en cuando. Y unas cuantas veces me ha pillado mirándole.
Dejé la llave de la taquilla en la recepción y me disponía a salir cuando una persona se me puso al lado , caminando a la vez que yo.
Giré la cara y era el chico rubio.
-Encantado, me llamo Justin. -me tendió la mano, y yo se la cogí sacudiéndola-
-Me llamo Samantha, igualmente -sonreí levemente-
-Me suenas, y no sé de que.
-¿Por eso me has estado mirando todo el rato? -encarné una ceja-
-¿Yo? ¿Mirandote? ¿y tu a mi que? -rió-
-A tu duda de antes, sí, me conoces, me choqué contigo -evité responder a lo otro-
-¡Tu eras la de los papeles voladores! -reí por su reacción-
-¿Vas a esa universidad? -le pregunté curiosa-
-No, la dejé.
Le iba a preguntar pero al ver que tensaba la mandíbula decidí no hacerlo.
-Me tengo que ir a mi casa. Al llegar no he ordenado la comida y... -suspiré-
-Te llevo a casa si quieres.
-Oh no, no hace falta, te estarán esperando y no quiero molestar.
-Los unicos que me estan esperando son dos chicos más salidos que el pico de una mesa. Prefiero tardar lo más posible en llegar -rió-
****
-Es aquí. -señalé el edificio-
-¿Vives sola?
-Si, me instalé ayer.
-¿No vives con tu novio? -bajó las gafas hasta la punta de su nariz hasta que sus ojos encontraron los míos. Me puse nerviosa de repente-
-Hmm, no.. yo, me mudé sola -asintió sonriendo de medio lado- Bueno, gracias por traerme, ya nos veremos.
Salí del coche, y el hizo un tipo de saludo parecido al saludo militar. Yo reí y me metí en mi casa.
Al abrir la puerta de mi casa, vi en el suelo un sobre, con una nota encima. Me agaché para cogerlo y leí la nota;
"Samantha, este sobre estaba en el buzón. Te la he sacado yo por que no creo que supieras que había buzón. A partir de ahora llegarán tus cartas aquí. Si necesitas algo, ya sabes"
Dejé la mochila en la mesa del comedor y me senté en el sofá para abrir el sobre.
Era un cheque, de mis padres, con otra nota dentro.
"Hija, este cheque es solo para gastos de la universidad y el alquiler de tu casa. Hay dinero suficiente hasta que consigas el tuyo propio"
Ni un "adiós" , ni un "cuidate" ni nada. Luego me preguntan que por qué me fui.
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He subido el prólogo y el capítulo 1 juntos por que he subido lectoras y bueno, eso.
Espero que sigan subiendo.
Da rt AQUI si has leído el capítulo.
Me gustaría que me dijérais que os está pareciendo de momento la novela. Muchas gracias por leerla, en serio. <3
